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El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
Hoy, mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde decidieron refrescarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado
por el amigo.
Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:
Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:
Intrigado, el amigo preguntó:
¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?
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“Cuando un gran amigo nos ofende, debemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado, cuando nos pase algo grandioso, debemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo”.
1 comentari:
Molt bona reflexió!
la teta
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